Serie: La Nueva Enciclopedia Visual
Este proyecto se erige como un viaje por los cementerios de la provincia de Copiapó, con una carpeta llena de recortes sacados de álbumes y folletos coleccionables de carácter enciclopédicos, de esta manera era trabajar con un material del ámbito escolar, es decir recortes utilizados por los escolares básicos para sus tareas de naturaleza e historia. Entonces este viaje permite hacer participe de estas tareas del conocimiento escolar a los muertos, digamos restablecer una relación con el otro desaparecido como si fuera ya parte también de una memoria o conocimiento universal, sueño o pesadilla del iluminismo enciclopedista, pareciera, sin embargo creo que la serie constituiría un contra sentido de ese sueño totalizador, ya que se reconoce en ese dialogo de los recortes con la foto de los muertos, un elemento poético-mítico tan oscuro como transparente, digamos un imaginario que intenta la correspondencia de imagen y texto o de imagen e imagen lugar, en un vacio del sentido utilitario del recorte escolar y el objeto fotográfico, el retrato del muerto con sus reminiscencias siempre mágicas y nostálgicas. Así se buscaría una nueva fuente de signos generada por esta unión en alguna medida bastarda. Lo que ocurre es decir el producto visual me parece siempre insospechado, como la creación de un ente, un Frankenstein, un Golem, un ser que adquiere dimensiones terribles y bellas a la vez, con la ingenuidad de los monstruos de infancia que nos ayudaban a ver un mundo siempre fantástico e infinito, mundo que se nos negara sistemáticamente en favor del control racionalizado, la coherencia y la mesura del individuo integrado.
Debo confesar de todas maneras que un principio, esta serie fue realizada en un estado de imaginación desatada, éxtasis en algunos momentos, sin una conceptualización previa de nada, solo recortar textos, imágenes, viajar mirar e instalarlos en una lapida a un costado de la foto de un finado (o la ausencia de esta), un ejercicio de simple intervención dirían algunos pero con el sabido riesgo de provocar la furia de los guardias, por el posible contenido sacrílego del acto. Sin embargo con la secreta sospecha de percibir en su resultado un nuevo relato, un universo alegórico otro, por decirlo en términos “formales”. Pero como se puede apreciar era muy relevante la teatralidad del viaje, el riesgo, el estar en los cementerios y realizar la intervención. El resultado visual debía hacer notar esa experiencia, lo que hace reconocer la facultad de lo provinciano de remitirnos siempre a lo anacrónico - arcaico. De esta manera este trabajo para un contexto fotográfico de sofisticación tecnológica, podría aparecer como un derroche energético inútil, atemporal, sin embargo ese derroche finalmente acusa un elemento sacrificial, LA PEREGRINACION Y LA OFRENDA, que de alguna manera mi proyecto no pudo feliz o fatalmente… evitar. Texto: Manuel Ormazábal Soto
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¡Que viva Manuel Ormazábal!
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