El investigador Ziley Mora Penroz, en su libro “Palabras mágicas para reencantar la tierra”, advierte desde una mirada intercultural que uno no percibe una gran palabra ni con los ojos ni con los oídos, sino con un alma y un corazón a nivel de lo que es revelado, y con una conciencia esclarecida por una misma luz.
En la cosmovisión mapuche, tanto la oralidad como las representaciones artísticas no son la afirmación de su cultura, son un gesto; es el ser quién se pronuncia, es un canto originario y siempre latente, siempre vivo, la palabra es una consecuencia apenas de la existencia misma.
Así, la memoria subsiste y está escrita de cuerpo entero y en tiempo presente, es un lenguaje de raíces que se nos ofrece con generosidad, y con ternura.
“Ante mis ojos”, “Iñche azkintunieel”, no es un registro fotográfico, es un trayecto que nos remite otro gesto del que brota una ancestral premisa mapuche, “Refpiwke mew lelin”, ver con los ojos del propio corazón. Texto:Marcelo Munch. Escritor y documentalista
Está tan de moda la interculturalidad. ¿Será porque los fondos concursables los prefieren y son un vehículo seguro hacia el Fondart y la publicación?
ResponderEliminarComo retratos, aquí lo único relevante es, en efecto, el hecho de que sean mujeres indígenas.
El resultado es una luz plana, una toma extremadamente rígida, una pose dirigida y una mirada de soslayo que desafía la ergonomía más básica.
Un registro documentalista totalmente prescindible.
La interculturalidad no esta de moda debe ser una forma de vivir,destacando las fotografías que con su mirada orgullosa resaltan su raza y su cultura tan magica,que importa las técnicas fotograficas si se muestran nuestras raíces.
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