viernes, 13 de noviembre de 2009

Fotografias de Jorge Rojas Castro

Serie: "Los otros Chilenos"
24 fotografías


cECILIA, 14 años, Bruselas.
«Yo no podría vivir allá, si quizás, pero máximo un año. Aquí yo tengo todo»


VALEZKA, 16 años, Bruselas.
«¿Vivir allá? Sí, me gustaría pero las posibilidades no son las mismas. Yo crecí aquí con la cultura chilena, pero no sé como es vivir allá. Por las vacaciones, si, pero hace 16 años que vivo en Bélgica. Me costaría mucho vivir en Chile»


LETICIA, 13 años, Bruselas.
«La danza esta en mí, eso me gusta» «Nunca he ido allá por eso quiero descubrir la cultura chilena» «Me molesta un poco que mi padre no quiera conocer esta cultura a la que pertenezco, pero yo no puedo hacer nada»


vICTOR, 18 años, Bruselas.
«No tengo una idea precisa de Chile, las palabras que me vienen a la mente son cueca, vino, fiesta, y la dictadura de Pinochet» «Cuando bailo me siento orgulloso, me siento allá, en Chile» «¿Victor vas a bailar? Ven a bailar...»


MELANIE, 15 años, Bruselas.
«No me gusta la pobreza, quizás es eso lo que hace que la gente sea mas calurosa»
«Un día me aburrí de quedarme sentada y el sábado siguiente vine a bailar»







¿Por qué estos jóvenes de 10 a 25 años se esfuerzan para apropiarse de estas danzas lejanas, sino que para apropiarse del huidizo Chile de sus padres, tan poco conocido pero tan presente en sus vidas?
Hijos de los que hace dos o tres décadas escaparon de la dictadura y aterrizaron en Zaventem transformándose en los pioneros de la inmigración latinoamericana, Chile les acecha. Sus padres vivirán largo tiempo con la obsesión de un retorno inminente, con sus miradas dirigidas al sur. No será que después de años asumirán «le Plat Pays» como tierra de adopción.
Sus hijos van a crecer en Bélgica, expresándose correctamente en una de las lenguas nacionales o bien en las dos.
Ellos son de aquí; las calles, los barrios, las catedrales forman parte del mundo que les pertenece. No obstante, todo ello no es suficiente, otras raíces están latentes. Su memoria conserva sin duda las imágenes de sus padres participando de reuniones interminables, donde la resistencia y las víctimas son los temas, pero ellas son también lugar de intercambio de recuerdos nostálgicos. Los hijos perciben un Chile contradictorio: infierno del cual sus padres se escaparon y paraíso perdido.
Es por lo tanto ahí que se entierran sus raíces, bien tangibles, de alguna manera se esconde en este mundo lejano la sonrisa generosa de sus abuelos, tíos, primos y conocidos. No se trata del Chile del crecimiento económico, desigualdad social o de la transición a la democracia sino de «Su» Chile, el que conocen a penas, pero que se esboza con un mosaico de imágenes indispensables para situarse en el mundo.

Sin duda compleja, esta herencia de tristeza y combate es vital para esta generación de belgo-chilenos, ya que contiene la llave de sus existencias.
Es en este país casi imaginario que se encuentra la respuesta a los «por qué» donde todo adquiere un sentido. ¿Por qué crecieron aquí? ¿De dónde vienen? ¿Qué les pasa?
Chile los interpela, los persigue y los presiona. Ahí donde no lo escuchan, aparece de repente en sus vidas. Estos chicos transformados en jóvenes adolescentes o en adultos tienen que domesticarlo. Algunos lo apartaron rechazándolo, enterrándolo en el inconciente, diciéndose «no me interesa, yo soy de aquí». Pero otros escogieron domesticarlo, hacerlo suyo, apropiándose, diciendo quizás «yo soy de aquí, Chile además». La forma es la danza, lo que identifica sin equivocación la esencia de Chile. Su grupo «Nuevo Horizonte» recoge este viejo folclor de los pescadores, campesinos y mineros, el alma misma del país. Aprendiendo y comunicando esta cultura singular, ellos completan su personalidad, transformándose en ellos mismos.
Texto: Jorge Magasich, escritor.

4 comentarios:

  1. Hola Jorge
    Bueno es saber que has dedicado tu tiempo como fotógrafo a retratar aquellos rostros mestizos de jóvenes chilenos-belgas para que, y desde acá, intentemos reconocer ciertos parentescos latinos en aquellas miradas y posturas expuestas. Aprovecho de agradecer tus palabras que diste sobre mi trabajo y te envío un link del catálogo en papel digital de SOBREBALDOSAS, visión y revisión, para que lo veas y me des tu opinión.
    http://issuu.com/nicolassaez/docs/catalogo_pdf_sobrebaldosas

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  2. Jorge, un trabajo imprescindible. Una parte de Chile que se extiende allende los mares y que nos vuelve en forma de imágenes, para nutrir nuestra siempre precaria memoria e identidad.

    Gracias por tu trabajo.

    Doifel

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  3. Hola. quisiera saber si Jorge tiene alguna pagina personal donde poder contactarlo. Saludos!

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  4. Hola Jorge
    Felicitaciones por tu trabajo.
    Quisiera poder contactarme contigo
    E-mail: paulocesaraliagafotografo@gmail.com
    un abrazo

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